Nunca he sido tan fan del año nuevo, y todo lo que trae consigo; nuevo año, nuevos comienzos, hábitos, predisposición, entre otros millones de cosas. Ayer con mis compañeritos de uno de los dos grupos de trabajo que tengo, fuimos a comer y beber recordando los chascarros de cada viaje, celebrando las amistades creadas, y la diversidad tan característica del equipo. Partamos diciendo que nuestro jefe Felipe (que nunca se ha sentido como jefe) se rajó con la comida, las infinitas rondas de ramazzoti, aperol, sangría y pizzas. Luego de unas micheladas en el cuerpo, saca de su bolsita azul de Ferouch una cantidad de papeles de tamaño A5, para luego entregarnos unos 5 papelitos con algo escrito a cada uno. La dinámica era la siguiente: Escribir en estas hojas en blanco 1. lo malo 2. lo bueno 3. objetivos no cumplidos del 2021 4. cosas para cambiar 5. objetivos pal 2022 Todos coincidimos que las situaciones que se clasifican "malas" del 2021 nos dieron como...