Hace tiempo no tenía un fds tranquilo. Tranquilo porque paré un poco la vida social, y me desconecté bastante del celular. Me detuve, igual en cierto sentido porque mi cuerpo lo pedía a gritos.
Me quedo sola, al final del día nadie me acompaña. Y esto
último no lo digo con tristeza, o con rabia. Lo digo con felicidad, hace 10
años me hubiera dado mucha pena decir o pensar en este hecho, pero hoy siento felicidad
y paz, mientras escribo desde la miniterraza que posee mi depa, tomando aguita
y escuchando a Mac Demarco, mientras ordeno mis ideas.
Soy yo, conmigo.
Mi mano no encaja mejor con otra mano que no sea la que esta
en mi cuerpo. Después de muchos traspiés, tantas equivocaciones, autoexigencias, tantos autoreproches, reconozco que me necesito, me necesito aquí
y ahora, me necesito entera, me necesito bien, me necesito para llorar, para reír, para sobrellevar el día a día. La gente se necesita a si misma,
recuerdo que alguien una vez me dijo que era imposible empezar en el camino del
amor propio sin auto conocerse, porque ¿Cómo podrías amar a alguien que no conoces?.
Volvimos al principio, estoy sola, pero ahora es diferente, en este preciso
momento no hay resentimiento, estoy sola, pero muy bien con ello.
Comentarios
Publicar un comentario